viernes, 25 de junio de 2010

El Mundial también se juega en El Pobre Luis

Como en cualquier lugar donde haya un grupo numeroso de hombres, la parrilla se transformó en un ambiente donde se habla constantemente de fútbol. Divididos entre argentinos y uruguayos, compartieron juntos los partidos de primera ronda que se jugaban en su horario laboral y festejaron el pase de ambas selecciones a los octavos de final.
De todas formas, las bromas y las chicanas no se quedan atrás: “Anda charrúa, que cuando ustedes salieron campeones la jugaban entre cinco la Copa. Juntando a la gente de Belgrano tenemos más que todo Uruguay”, cargan los locales. Por el otro lado, tan solo Luis y el Gurí son los que se defienden destacando las cosas positivas de su Selección, ya que su otro compatriota –el Canario- de fútbol mucho no sabe. Todo es en complicidad, el aliento es para uno como para otros. El problema sería si Argentina y Uruguay se llegaran a cruzar. Ahí, veremos...
El Mundial comenzó a vivirse entre los empleados un poco antes del 11 de junio, cuando todos se pusieron de acuerdo para realizar un Prode interno, con un pozo muy tentador. Muchos agrandados, otros con pocas ideas, se sumaron a la iniciativa. Que gana este, que acá empatan, que España seguro le gana a Suiz, y es obvio que Italia no puede perder con Eslovaquia. Las planillas se completaron antes del primer encuentro de la Copa y, noche a noche, todos le preguntan al cajero quien lidera el juego.
Al día de hoy, cuatro personas de distintos puestos alcanzaron los 23 puntos: Fabián en la parrilla, Liber en la recepción, Gonzalo de mozo y Darío en la cocina. Por sectores, todo esta muy parejo, pero falta mucho, ya que todavía quedan 16 partidos por jugar y, a partir de octavos, cada acierto vale dos, salvo la final que vale tres. Un entretenimiento que no tenía acostumbrado al personal del Pobre Luis. Una idea distinta que cada noche genera sorpresas y que es motivo, nuevamente, de cargadas. Hermanos argentinos y uruguayos seguirán unidos alentándose entre ellos hasta que, quizás, la final los separe.

martes, 8 de junio de 2010

Palabras mayores

Ya se hizo costumbre verlo entrar por la puerta del Pobre Luis, aunque sea, tres o cuatro veces al mes. Con el carisma de siempre y con esa bondad que transmite tan sólo con decir unas pocas palabras, saluda a toda persona que se le cruce por delante. Junto con su esposa Marcela y su pequeño hijo Tiago, Sergio “Cachito” Vigil es un habitué del restaurant.
En confianza con gran parte del personal, el actual entrenador de hockey sobre césped de River Plate dijo unas palabras muy alentadoras sobre como cree que le va a ir a la selección argentina de fútbol en el Mundial de Sudáfrica, ante la pregunta de Alan –uno de los cajeros: “Nos va a ir bien. Que Diego Maradona tenga poca experiencia como técnico no tiene nada que ver. El grupo está trabajando y las cosas se van dando solas, todos van creciendo y aprendiendo juntos”. Nada más, ni nada menos. Terminada su reflexión y tras el llamado del recepcionista, fue a comer junto a su familia y a tomar el vino rosado que pide siempre.
Palabras mayores. Palabras de un entrenador que, al mando del seleccionado argentino de hockey femenino sobre césped, más conocido como “Las Leonas”, ganó, entre varios títulos, la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, la de bronce en Atenas 2004, la de oro en el Champions Trophy –torneo que reúne a las 6 mejores selecciones del mundo- disputado en Ámsterdam, Holanda, en 2001 y nuevamente oro en el Mundial de Perth, Australia, en el 2002. “Cachito” también fue entrenador de los hombres, con quienes se consagró campeón de los Juegos ODESUR 2006, del Champions Challenge Men de Antwerp-Boom, Bélgica, en 2007 y obtuvo la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, Brasil, ese mismo año.
Su curriculum no puede ser mejor. Le da todo tipo de derecho para opinar sobre el Mundial que se viene y, ante todas las cosas, es alguien en quien se puede confiar. Él, como todos los argentinos, sueña con ver como la Selección puede volver a la cima del fútbol mundial el próximo 11 de julio, después de 24 años. Si alguien con tanta experiencia dijo lo que dijo, por algo será. ¡Vamos “Cachito” y vamos Argentina!

miércoles, 2 de junio de 2010

Este es nuestro gran plantel

Al estilo de presentación de un equipo de cualquier deporte, se presentará a continuación a los integrantes del “plantel” de El Pobre Luis, desde aquellos que hacen que la comida llegue a las mesas de los clientes con la mayor eficacia posible, hasta los que no suelen verse tanto en las inmediaciones debido a su sector de trabajo, pero que también son artífices de la gran labor colectiva que se lleva a cabo en el local.
Dividido en tres salones distintos donde la gente puede optar para sentarse, los mozos de cada uno de ellos tienen sus plazas establecidas. En el sector fumador se encuentran Gonzalo, Walter y Marcelo. A los dos últimos se los conoce más por sus apodos: “Wally”, para facilitar la pronunciación, y el “Gurí”, por su orígen uruguayo, respectivamente.
Bajando las escaleras y en el salón que más se ve si se circula por Blanco Encalada, se ubican un nuevo integrante uruguayo, Jorge -cuyo sobrenombre es “Canario”, ligado a su ciudad de nacimiento- y Sergio, el “Negro”, uno de los mas nuevos que supo ganarse su puesto para los ojos del dueño. Finalmente, la última plaza por describir será la que los empleados conocen como “el patio”, no por encontrarse en un sitio descubierto ni mucho menos, sino por ser el salón donde se suelen quedar las personas hasta muy tarde, por su cercanía a la cocina, a la parrilla y a la caja, a diferencia del resto, que se suelen vaciar un rato antes. Nuevamente se encuentra a Sergio, en este caso uno mucho más menudito que al que se nombró anteriormente, uno de los más nuevos también, que comparte su lugar con Adrián, nombre que muchos desconocen ya que todos le dicen Tatú, el showman de la casa.
Cambiando de rubro, pegado a las brasas y al calor de la parrilla trabajan Beto y Fabián. El primero compartió muchos años al lado de Luis –el dueño- en la parrilla, pero cuando este decidió alejarse un poco de esta sufrida labor para dedicarse más a relacionarse con la clientela, Piñón se convirtió en su aprendiz y sucesor, y son a ellos dos a quienes la gente les hace todas las preguntas que tengan que ver con las carnes que se venden en el local.
Detrás de los fierros de la parrilla, la cocina. En ésta se mueven seis muchachos que, aunque la gente mucho no los conoce por el puesto en el que están, participan en el elaborado de las comidas y la limpieza de los elementos para cenar. Fausto y Anchi se encargan de que los cubiertos, las copas y los vasos estén listos para ser usados, como así también de preparar los cafés que les piden los mozos. Santos o Bimbo, como se lo conoce por su vestimenta blanca y su gorro de cocinero que lo hacen parecer al oso de la famosa marca de panes, es quien se encarga de elaborar muchos de los postres -entre ellos los fantásticos panqueques quemados al rhum- y que además, junto a Darío, preparan las ensaladas que rápidamente “marchan” a los salones. Por último, Libra es quien se encarga específicamente de freír las papas o batatas fritas, ya sean españolas, a la provenzal o con cebolla, y Juan de hacer las tortillas, como también de ayudar a los parrilleros anteriormente señalados.
En la parte de los números, o más sencillamente, en la caja, Alan es el que se encuentra sentado en el mostrador adicionando y cobrando a todas las mesas, desde las 20 hasta que el clima se tranquilice y la mayor cantidad de gente se haya ido del local. La misma función durante las últimas horas la cumple Gabriel, conocido por todos como el Oso, pero que cuando no está de cajero hace las veces de comis: limpia las mesas y las rearma para que la gente anotada en la lista de espera pueda sentarse, además de ser una segunda opción para los mozos. El último puesto a nombrar lo ocupa Liber. Él es la cara visible del restaurant, ya que es nada más ni nada menos que el recepcionista. Como es la primer imagen que recibe la gente al entrar, todos los días viene vestido de manera muy elegante y con una mezcla de tono formal con algo de barrio –lo que genera confianza- ubica a los clientes en sus mezas y charla sin problemas con todos los que deben esperar.
He aquí, ¡los 18 del Pobre Luis!

martes, 18 de mayo de 2010

Y un día, ¡volvió Enzo! Y con unos cuantos más… Famosos en El Pobre

Durante abril, la parrilla de Luis fue muy visitada por diversas figuras públicas, algunas más reconocidas que otras, como para no perder la costumbre. La gran cantidad de remeras y platos firmados, como así también las muchísimas fotografías, algunas raquetas de tenis, una pelota de rugby y hasta ¡corbatas! que los clientes han regalado para dejar su marca en el local, son símbolos de la cantidad de famosos que pasaron por allí. Este mes, sin dudas, Enzo Francescoli fue el más reconocido.
Amigo personal de Luis, se acercó junto con sus dos hijos –Marco y Bruno- al restaurant luego de unos meses de ausencia, ya que tiempo atrás se había hecho costumbre verlo todos los lunes cuando terminaba de jugar el torneo de veteranos en River Plate, ubicado a pocas cuadras de la parrilla.
Para continuar con el ambiente futbolístico, Maximiliano Moralez, de buen presente en Vélez Sarsfield, y José Martínez Gullota, quien fue el arquero titular de Racing el año que jugaron la Promoción, arribaron juntos a comer. Puede sonar un poco raro que jugadores de distintos equipos sean amigos, pero queda en claro que muy posiblemente hayan entablado una relación mientras Maxi jugó en el equipo de Avellaneda. La noche siguiente, Walter Erviti, unas de las figuras del Banfield campeón, vino con un amigo y dos amigas.
Cambiando de rubro, Gerardo “Cachorro” López – quien formó parte de “Los Abuelos de la Nada” y es considerado uno de los más importantes productores de rock en Latinoamérica- fue la estrella musical del mes. Acudió al local la misma noche que Victoria Onetto -¡POR SEPARADO!, para no dejar dudas- la reconocida actriz, quien ha de servir de nexo para señalar a otros del ambiente de la televisión que se nombrarán a continuación. Norberto Verea, más conocido como el “Ruso” –ex arquero y actual integrante del programa Hablemos de Fútbol en ESPN- es otro de los que se acercaron a probar nuestras carnes.
Para finalizar, los últimos en recorrer la pasarela fueron Diego Pérez, el actor cómico que se hizo muy famoso cuando formaba parte del elenco de Marcelo Tinelli, y Hernán Caire, conductor del programa musical Pasión de Sábado e hincha confeso de San Lorenzo de Almagro, quien tuvo la mala fortuna de sentarse a comer en el salón donde atiende Tatú, el mozo más bostero que tiene el restaurant, que le hizo algunas cargadas a su cliente por el partido que Boca le ganó por 2-0 a los cuervos. Primero se hizo el serio, aunque después mostró su buena onda y se rió mucho con los chistes que le hacía quien lo atendía. Nadie más en abril ¡A esperar que mayo sea mucho mejor!

martes, 4 de mayo de 2010

Se grabó un programa para la televisión de Alemania en El Pobre Luis

Cuatro integrantes de la televisión alemana concurrieron a El Pobre Luis -el sábado 24 de este mes- con el objetivo de grabar para su programa, en el que recorren restaurants de todo el mundo donde comen mientras son filmados y opinan acerca de la comida, la atención y el ambiente de cada lugar.
Acompañados por un camarógrafo, un microfonista y un traductor, los “actores” arribaron al local alrededor de las 20, hora de apertura, cuando todavía no se había acumulado gente. Tras una corta charla con Luis, lo hicieron posar en la mesa más cercana a la parrilla con una copa de vino y le sacaron varias fotos. Luego, el encargado de la cámara filmó cómo los parrilleros Fabián y Beto asaban las carnes y las achuras, como así también la decoración del lugar y el trabajo de los muchachos de la cocina.
Avanzado el tiempo y con una acumulación de gente importante -ya que, generalmente, los viernes y los sábados son los días cuando más se llena el local-, los cuatro que serían filmados se sentaron a comer en una mesa distinta que el resto de sus compañeros. De tanto en tanto, el camarógrafo encendía la cámara -escoltado por el microfonista- y filmaba los comentarios y opiniones que los protagonistas del programa daban acerca de lo que estaban consumiendo. Al finalizar, simplemente agradecieron la buena predisposición de los mozos y del resto del personal y se retiraron.
En el 2006, los integrantes de Bajo la lupa – un programa que se emitía por Utilísima- Ennio Carota y Rose Galfione se acercaron a la parrilla con el mismo objetivo que lo hicieron los alemanes. Ambos se encargaban de juzgar tanto la comida como el servicio, el ambiente de los salones y los baños. Con una calificación de 4 estrellas, El Pobre Luis fue el restaurant que mejor nivel había obtenido hasta el momento en que fue visitado: “Aprobado por Bajo la lupa” puede verse escrito en uno de los tantos platos firmados que hay colgados en el local, donde estos críticos gastronómicos se hicieron presentes.

lunes, 19 de abril de 2010

El Pobre Luis, parrilla uruguaya en el barrio de Belgrano

El Pobre Luis es una reconocida parrilla ubicada en la esquina de Arribeños 2393 entre Blanco Encalada y Olazábal, en el barrio de Belgrano. Con una capacidad aproximada de 150 cubiertos y ambientada con antigüedades, camisetas de muchos deportistas –principalmente de jugadores de fútbol-, fotos y platos firmados por diversos famosos, es un restaurant muy concurrido por la calidad de sus carnes y sus especialidades.
El dueño, Luis, nació en la ciudad uruguaya de Las Piedras, en el departamento de Canelones. Su padre, más reconocido por su apellido que por su nombre de pila, tenía una parrilla en esa localidad que todavía hoy existe y se llama El Pobre Acuña - comandada por Jorge, otro de sus hijos-, motivo por el cual Luis decidió adoptar la misma denominación al comenzar su emprendimiento.
Las pamplonas son las especialidades de la casa, en sus tres variedades: pollo, lomo o cerdo. Junto con el corte del bife de chorizo “uruguayo” y los riñones e hígados a la tela, son comidas que tienen un origen charrúa, y que son muy consumidas por todo el público argentino y extranjero que asiste al lugar. Las mollejas y el cochinillo suelen acabarse muy rápido durante el transcurso de la noche, por la gran cantidad de clientes que solicitan y hasta reservan sus porciones.
El restaurant se encuentra abierto de lunes a sábados por la noche, a partir desde las 20 hasta la 1 aproximadamente, depende del día que se trate. Los pedidos son a la carta -no es tenedor libre- y además cuenta con un sector fumador ubicado en la planta alta, ya que tiene tres salones distintos, cada uno con sus respectivos mozos. Se toman reservas sólo hasta las 21.15, las que se pueden hacer vía telefónica llamando al 4-780-5847 ó al 4-782-4488, y no tiene sucursales ya que, como dice Luis: “Parecido no es lo mismo”.